y nunca te vas a dejar sorprender
piensas acechar desde ti
desde siempre
a veces hay que permitir que te cojan la cara sucia de tiempo
con caminitos de lágrimas que no han vuelto a salir
y te cierren los ojos
yo con los pulgares puedo erigir
en tus mejillas
una sonrisa
fresca, naciente y redonda
y sientas
que tus oraciones ya no se apocan
sino que florecen, son ideas envueltas en aromas rezumantes
un regalo no se fuerza
un regalo no es traumante, un regalo necesitas, un dar
y meter las narices para que escojas y devuelvas lo que puedas transformar
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