He encontrado unos cuentos viejos.
Algunos aún estaban en las cavernosas fosas
de mi imaginación.
Antes de hacerse, me encontraban esos cuentos
en cualquier momento de mi día,
Su infatigable seducción
me inducía a una salida fácil:
la glotonería de sueños para paliar
la inevitable consecuencia
de la presencia de esas historias
-de esas imágenes-;
sentarme a dibujar con letras, con fotos,
con colores y grafitos
y lo que sea que plasme esos movimientos
tan bonitos
Y lo admito,
eso no ha dejado de suceder.
Llenaba de sueños mi día para no tener que
trabajar.
Y lo sigo haciendo. Siempre conociendo que
es un postre, no un alimento.
Y ahora, yo encuentro algo de ese trabajo
Algunos cuentos viejos
Aún sin termi-
nación para que pueden descansar en las
mentes de otras personas.
Y siento el sinsabor de una palabra cort
ada, de un error y una falta de
fin
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