27.8.12

Mis besos iban a descansar entre las flores dentro de tu cabeza
esas lilas que crecen en tu cerebro, y trepan en tu cráneo ilustrado de viento 
que corre como tus deseos, como tu sonrisa que se va.
Podía ver esas flores mientras se acariciaban nuestros ojos, 
mientras tu cabeza en mi hombro se enrojecía y tú ni te dabas cuenta.
Podía imaginar esas flores brotando, cambiando de color
escapándose por tus orejas, creciendo enanísimas en tu pelo rulo, y que tú ni notas.
Solo puedo acariciarte las manos y quererte mucho por ese momento
amarte hasta agotarme porque al día siguiente no podría hacerlo igual
porque no puedo, porque me aburro queriendo a alguien de la misma manera
sabiendo que soy capaz de inventarme algo nuevo en cada luz
quiero quererte con otra frase que quiero mostrarte, porque tú comprenderás
no estoy besando a una tonta de tantas. Y no a todas les crecen flores como a ti.
Remanso el gusto de esas flores microscópicas en el pozo acojinado de mi cama
escribirte, pintarte de palabras la mente de vez en cuando, quiero.
No quería que el rocío de mi lengua haga tormentas en ti
únicamente quería echarme entre las flores dentro de tu cabeza
que no son mías, y no hay por qué arrancarlas. Algunas entre tus besos
se plantaban en mi lengua y se las comía mi alegría y reverdecía
me pregunto si las arrancabas o se salían solas
únicamente quería echarme entre las flores de tus cabeza que besa.
Y roza, morderá y acarició mis palabras sin tiempo.

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