Me has encogido el mundo
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Estoy como parado sobre un globo terráqueo, pequeño, balanceándome y en un vértigo de sentimientos que me despeñan
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a tus labios, irremediablemente, y caigo por tus hombros sujetándome con la boca, en una caída que puede parecer fingida, que te miento, que nadie se cae de un globo terráqueo (menos así); pero yo sí, y a medida que caigo mi coraza-de-razón se desbarata.
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